Detente haz una pausa

Detente
Una de las mejores decisiones que puedes tomar cuando te sientas, o estés, frente a un dilema de alto riesgo es detenerte.

Haz una pausa. Ora por dirección. Consúltalo con la almohada. Obtén sabiduría santa de quienes confías e imagínate los posibles resultados. Luego, pregúntate: «¿Debería detener esto?” (sea lo que sea que estés haciendo o en lo que estés participando o proyectando.)

Muchos tenemos buenas intenciones o, al menos, algún tipo de justificación para las cosas que hacemos. Incluso, algunos parecemos sorprendernos cuando nos encontramos muy lejos de la dirección en que queremos ir. Los grandes cambios de la vida (negativos o positivos) rara vez suceden sin una serie de decisiones acumuladas como dominós interminables.

¿Ves cómo detenerse puede ser una de las cosas más productivas que podemos hacer? Cuando te detienes a hacer un balance de dónde te encuentras y adónde quieres ir, entonces, puedes decidir cómo moverte, cómo avanzar, hacia tu destino.

¿Qué puedes abandonar para avanzar más cerca de la dirección divina?
¿Estás haciendo algo que te lleva hacia la dirección a la cual no quieres ir (o a la cual Dios no quiere que vayas)? ¿Ante qué necesitas para detenerte?

¿Estás en una adicción (a las redes sociales, al licor, a la pornografía, a la aprobación, al trabajo)?

¿Estás en una relación nociva? ¿Una actitud de juicio?

¿Qué puedes/debes dejar para avanzar más cerca de la dirección Divina de Dios?

Trata cada elección como si fuera el próximo trampolín hacia tu destino.

Cuando un comportamiento o relación nos lleva a una dirección que sabemos que nos está alejando de la historia que queremos contar, debemos hacer una pausa, no sólo para considerar las consecuencias sino también para detenernos de seguir en la dirección equivocada.

Probablemente hayas escuchado la palabra «arrepentirse». Una de sus definiciones literales es dar la vuelta, volverse. Cuando nos arrepentimos, nos detenemos de ir en una dirección y volvemos a Dios y Su camino para nosotros.

Detenerse significa caminar hacia una nueva dirección. Podrías necesitar caminar hacia la responsabilidad, el perdón, los amigos correctos o un nuevo lugar para vivir.
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Pregúntate:

  1. Si tomo esta dirección, ¿a dónde me llevaría?
  2. ¿Qué puedo dejar de hacer para acercarme a la dirección Divina de Dios?
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Lecturas bíblicas sugeridas
Hebreos 12.1-2
Hechos 3.19-20
Proverbios 28.13
Juan 8.3-11
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Plan devocional basado en el libro Dirección Divina, del Pr Craig Groeschel, disponible en YouVersion.