Últimas palabras de David
1 Dios eligió a David, el gran poeta de Israel, y le dio el lugar más importante. Lo que sigue fueron las últimas palabras de David:
2 «Estas palabras no son mías;
son palabras del espíritu de Dios,
que habla por medio de mí.
3 Y esto es lo que me dijo
el Dios que ayuda a Israel:
“El rey que me toma en cuenta
en todo lo que hace,
y es justo con su pueblo,
4 es como la luz de la mañana
y como el sol después de la tormenta:
le hace bien a la tierra,
y hace crecer la hierba”.
5 »Dios hizo un pacto conmigo;
un pacto seguro y bien hecho
que durará para siempre.
Por eso mi familia siempre estará segura,
y Dios cumplirá todos mis deseos.
6-7 »La gente malvada es como los espinos,
que nadie se atreve a tocarlos.
Más bien, se arrojan al fuego,
como si fueran basura,
hasta quemarlos por completo.
¡Nadie jamás vuelve a recogerlos!»
Los tres mejores guerreros
(1 Cr 11.10-47)8 Los guerreros más valientes del ejército de David eran tres.
El primero de ellos era Joseb-basébet hijo de Hacmoní, y era el jefe de los tres. En cierta ocasión, mató con su lanza a ochocientos hombres.
9 El segundo era Eleazar hijo de Dodó de Ajoj. Eleazar estuvo con David en Pasadamim, cuando los filisteos se reunieron para pelear contra Israel. En esa batalla los israelitas huyeron, 10 pero Eleazar se quedó matando filisteos hasta que el brazo se le acalambró. A pesar de eso, no soltó la espada. Cuando los soldados israelitas se dieron cuenta, regresaron a ayudarlo, pero solo encontraron soldados muertos; así que se apoderaron de las pertenencias de los filisteos. Ese día, Dios le dio una gran victoria a Israel.
11 El tercero era Samá hijo de Agué de Arat. Los filisteos se habían reunido en un campo sembrado con lentejas para atacar a los israelitas. En cuanto los israelitas vieron a los filisteos, huyeron; 12 pero Samá no se movió del campo, sino que lo defendió y mató a los filisteos. Ese día, Dios le dio una gran victoria.
13-17 Hubo varias ocasiones en que estos tres valientes realizaron grandes actos de valentía. Una vez, al comienzo de la cosecha, estos tres valientes fueron a ayudar a David, que estaba en la cueva de Adulam. Los filisteos habían acampado en el valle de Refaim.
En esa ocasión David estaba en la cueva, mientras que un grupo de filisteos estaba en Belén. David tenía sed y dijo: «¡Cómo quisiera yo que alguien me trajera agua del pozo que está junto a la entrada de Belén!» Enseguida los tres oficiales fueron al campamento filisteo y, sin que nadie los viera, sacaron agua del pozo y se la llevaron a David.
Sin embargo, David no quiso beberla; prefirió derramarla como una ofrenda a Dios, y dijo: «¡Que Dios me libre de beber esta agua! Estos hombres arriesgaron su vida por traérmela, así que no la tomaré».
Los treinta más valientes
18-19 Abisai, el hijo de Seruiá y hermano de Joab, se hizo muy famoso. Por eso llegó a ser el jefe de los treinta soldados más valientes. Se hizo tan famoso como los otros tres cuando mató con su lanza a trescientos soldados. Pero ni así logró superar la fama de aquellos.
20 Benaías hijo de Joiadá era un soldado muy valiente que vivía en Cabseel. Realizó grandes actos de valentía. En cierta ocasión, mató a dos de los mejores soldados moabitas. En otra ocasión en que cayó nieve, mató a un león que estaba en un hoyo profundo. 21 Y en otra ocasión, mató a un egipcio de gran estatura. El egipcio llevaba una lanza en la mano, y Benaías solo tenía una vara; pero esa vara le bastó para quitarle al egipcio la lanza y matarlo con ella.
22-23 Entre los treinta soldados más valientes, Benaías llegó a ser tan famoso como los tres más grandes, aunque nunca llegó a ser como ellos. Con todo, David lo nombró jefe de sus guardias.
24 También eran parte del grupo de los treinta los siguientes soldados:
Asael, hermano de Joab;
Elhanán hijo de Dodó, de Belén,
25 Samá de Harod,
Elicá de Harod,
26 Heles de Bet-pélet,
Irá hijo de Iqués, de Tecoa,
27 Abiézer de Anatot,
Sibecai de Husá,
28 Salmón de Ajoj,
Maharai de Netofá,
29 Héleb hijo de Baaná, de Netofá,
Itai hijo de Ribai, de Guibeá de Benjamín;
30 Benaías de Piratón,
Hidai del arroyo de Gaas,
31 Abí-albón de Arbá,
Asmávet de Bahurim,
32-33 Eliahbá de Saalbón,
Jasén de Guisón,
Jonatán hijo de Samá, de Harar,
Ahiam hijo de Sarar, de Harar,
34 Elifélet hijo de Ahasbai, de Maacá,
Eliam hijo de Ahitófel, de Siló,
35 Hesrai de Carmel,
Paarai de Arbá,
36 Igal hijo de Natán, de Sobá,
Baní de Gad,
37 Sélec de Amón,
Naharai de Beerot, ayudante de Joab hijo de Seruiá;
38 Irá de Jatir,
Gareb de Jatir,
39 Urías el hitita.
Pero en total, los más valientes del ejército de David fueron treinta y siete.
1 Now these be the last words of David. David the son of Jesse said, and the man who was raised up on high, the anointed of the God of Jacob, and the sweet psalmist of Israel, said, 2 The Spirit of the LORD spake by me, and his word was in my tongue. 3 The God of Israel said, the Rock of Israel spake to me, He that ruleth over men must be just, ruling in the fear of God. 4 And he shall be as the light of the morning, when the sun riseth, even a morning without clouds; as the tender grass springing out of the earth by clear shining after rain. 5 Although my house be not so with God; yet he hath made with me an everlasting covenant, ordered in all things , and sure: for this is all my salvation, and all my desire, although he make it not to grow.
6 ¶ But the sons of Belial shall be all of them as thorns thrust away, because they cannot be taken with hands: 7 But the man that shall touch them must be fenced with iron and the staff of a spear; and they shall be utterly burned with fire in the same place.
8 ¶ These be the names of the mighty men whom David had: The Tachmonite that sat in the seat, chief among the captains; the same was Adino the Eznite: he lift up his spear against eight hundred, whom he slew at one time. 9 And after him was Eleazar the son of Dodo the Ahohite, one of the three mighty men with David, when they defied the Philistines that were there gathered together to battle, and the men of Israel were gone away: 10 He arose, and smote the Philistines until his hand was weary, and his hand clave unto the sword: and the LORD wrought a great victory that day; and the people returned after him only to spoil. 11 And after him was Shammah the son of Agee the Hararite. And the Philistines were gathered together into a troop, where was a piece of ground full of lentiles: and the people fled from the Philistines. 12 But he stood in the midst of the ground, and defended it, and slew the Philistines: and the LORD wrought a great victory. 13 And three of the thirty chief went down, and came to David in the harvest time unto the cave of Adullam: and the troop of the Philistines pitched in the valley of Rephaim. 14 And David was then in an hold, and the garrison of the Philistines was then in Beth-lehem. 15 And David longed, and said, Oh that one would give me drink of the water of the well of Beth-lehem, which is by the gate! 16 And the three mighty men brake through the host of the Philistines, and drew water out of the well of Beth-lehem, that was by the gate, and took it , and brought it to David: nevertheless he would not drink thereof, but poured it out unto the LORD. 17 And he said, Be it far from me, O LORD, that I should do this: is not this the blood of the men that went in jeopardy of their lives? therefore he would not drink it. These things did these three mighty men. 18 And Abishai, the brother of Joab, the son of Zeruiah, was chief among three. And he lifted up his spear against three hundred, and slew them , and had the name among three. 19 Was he not most honourable of three? therefore he was their captain: howbeit he attained not unto the first three. 20 And Benaiah the son of Jehoiada, the son of a valiant man, of Kabzeel, who had done many acts, he slew two lionlike men of Moab: he went down also and slew a lion in the midst of a pit in time of snow: 21 And he slew an Egyptian, a goodly man: and the Egyptian had a spear in his hand; but he went down to him with a staff, and plucked the spear out of the Egyptian’s hand, and slew him with his own spear. 22 These things did Benaiah the son of Jehoiada, and had the name among three mighty men. 23 He was more honourable than the thirty, but he attained not to the first three. And David set him over his guard. 24 Asahel the brother of Joab was one of the thirty; Elhanan the son of Dodo of Beth-lehem, 25 Shammah the Harodite, Elika the Harodite, 26 Helez the Paltite, Ira the son of Ikkesh the Tekoite, 27 Abiezer the Anethothite, Mebunnai the Hushathite, 28 Zalmon the Ahohite, Maharai the Netophathite, 29 Heleb the son of Baanah, a Netophathite, Ittai the son of Ribai out of Gibeah of the children of Benjamin, 30 Benaiah the Pirathonite, Hiddai of the brooks of Gaash, 31 Abi-albon the Arbathite, Azmaveth the Barhumite, 32 Eliahba the Shaalbonite, of the sons of Jashen, Jonathan, 33 Shammah the Hararite, Ahiam the son of Sharar the Hararite, 34 Eliphelet the son of Ahasbai, the son of the Maachathite, Eliam the son of Ahithophel the Gilonite, 35 Hezrai the Carmelite, Paarai the Arbite, 36 Igal the son of Nathan of Zobah, Bani the Gadite, 37 Zelek the Ammonite, Naharai the Beerothite, armourbearer to Joab the son of Zeruiah, 38 Ira an Ithrite, Gareb an Ithrite, 39 Uriah the Hittite: thirty and seven in all.