¡Muéstranos tu bondad!
SALMO 80 (79)
(1) Himno de Asaf.
Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía «Los lirios del pacto».
1-2 1-2 (2-3) Dios y Pastor nuestro,
tú guiaste como a un rebaño
a tu pueblo Israel,
tú reinas entre los querubines,
¡ahora escúchanos!
¡Hazte presente y muestra tu poder
a las tribus de Efraín,
de Manasés y de Benjamín!
¡Ven a salvarnos!
3 3 (4) Dios nuestro,
¡cambia nuestra triste situación!
¡Muéstranos tu bondad y sálvanos!
4 4 (5) Dios nuestro, Señor del universo,
¿hasta cuándo, por tu enojo,
no atenderás la oración de tu pueblo?
5 5 (6) En vez de comida,
nos has dado el pan amargo
que nuestras lágrimas amasaron;
en vez de bebida,
has hecho que nos bebamos
nuestras propias lágrimas.
6 6 (7) Has hecho que nuestros vecinos
se burlen de nosotros;
¡nos ven, y se ríen de nosotros!
7 7 (8) Dios del universo,
¡cambia nuestra triste situación!
¡Muéstranos tu bondad y sálvanos!
8 8 (9) Nosotros somos como una vid
que trajiste de Egipto,
y para plantarnos en esta tierra
echaste fuera a las naciones;
9 9 (10) una vez limpio el terreno,
nosotros echamos raíces
y nos extendimos por todo el país.
10 10 (11) De tal manera crecimos
que llegamos a poblar las montañas;
¡extendimos nuestro dominio
hasta las montañas del Líbano!
11 11 (12) Nuestra frontera oriental
llegó hasta el río Éufrates;
nuestra frontera occidental
llegó hasta el mar Mediterráneo.
12-14 12-14 (13-15) Dios del universo,
¿por qué dejaste a tu vid
sin tu protección?
Todos nuestros enemigos
pasan y nos hacen daño;
¡nos devoran como fieras!
¡Deja ya de castigarnos!
¡Asómate desde el cielo
y muéstranos tu cariño!
15 15 (16) ¡Tú mismo nos plantaste!
¡Tú mismo nos cuidaste!
16 16 (17) El enemigo nos ha derrotado;
le ha prendido fuego a nuestras ciudades.
¡Repréndelos, destrúyelos!
17 17 (18) Pero no dejes de apoyar
al pueblo en quien confías,
al pueblo que has fortalecido;
18 18 (19) así, no nos apartaremos de ti.
¡Danos vida, y te alabaremos!
19 19 (20) Dios nuestro, Señor del universo,
¡cambia nuestra triste situación!
¡Muéstranos tu bondad y sálvanos!
To the chief Musician upon Shoshannim-eduth, A Psalm of Asaph.
1 Give ear, O Shepherd of Israel, thou that leadest Joseph like a flock; thou that dwellest between the cherubims, shine forth.
2 Before Ephraim and Benjamin and Manasseh stir up thy strength, and come and save us.
3 Turn us again, O God, and cause thy face to shine; and we shall be saved.
4 O LORD God of hosts, how long wilt thou be angry against the prayer of thy people?
5 Thou feedest them with the bread of tears; and givest them tears to drink in great measure.
6 Thou makest us a strife unto our neighbours: and our enemies laugh among themselves.
7 Turn us again, O God of hosts, and cause thy face to shine; and we shall be saved.
8 Thou hast brought a vine out of Egypt: thou hast cast out the heathen, and planted it.
9 Thou preparedst room before it, and didst cause it to take deep root, and it filled the land.
10 The hills were covered with the shadow of it, and the boughs thereof were like the goodly cedars.
11 She sent out her boughs unto the sea, and her branches unto the river.
12 Why hast thou then broken down her hedges, so that all they which pass by the way do pluck her?
13 The boar out of the wood doth waste it, and the wild beast of the field doth devour it.
14 Return, we beseech thee, O God of hosts: look down from heaven, and behold, and visit this vine;
15 And the vineyard which thy right hand hath planted, and the branch that thou madest strong for thyself.
16 It is burned with fire, it is cut down: they perish at the rebuke of thy countenance.
17 Let thy hand be upon the man of thy right hand, upon the son of man whom thou madest strong for thyself.
18 So will not we go back from thee: quicken us, and we will call upon thy name.
19 Turn us again, O LORD God of hosts, cause thy face to shine; and we shall be saved.