El ejemplo de Abraham
1 Pensemos en lo que le pasó a Abraham, nuestro antepasado. 2 Si Dios lo hubiera aceptado por todo lo que hizo, entonces podría sentirse orgulloso ante nosotros. Pero ante Dios no podía sentirse orgulloso de nada. 3 La Biblia dice:
«Dios aceptó a Abraham
porque Abraham confió en Dios.»
4 Ahora bien, el dinero que se le paga a alguien por un trabajo no es ningún regalo, sino algo que se le debe. 5 En cambio, Dios declara inocente al pecador, aunque el pecador no haya hecho nada para merecerlo, porque Dios le toma en cuenta su confianza en él. 6 David nos habla de la felicidad de aquellos a los que, sin hacer nada para merecerlo, Dios declara inocentes por confiar en él. Así lo dice en la Biblia:
7 «¡Qué felices son aquellos
a los que Dios perdona!
¡Dios ya se ha olvidado
de los pecados que cometieron!
8 »¡Qué felices son aquellos
a los que Dios perdona
de todo lo malo que han hecho!»
9 Pero esta felicidad, ¿es solo de los que están circuncidados, o también de los que no lo están? Ya dijimos que Dios aceptó a Abraham, porque él confió en Dios. 10 Y no hay duda de que Dios aceptó a Abraham antes de que fuera circuncidado. 11 En realidad, Abraham fue circuncidado para demostrar que Dios ya lo había aceptado por confiar en él. Fue así como Abraham se convirtió en el padre de todos los que confían en Dios, aunque no estén circuncidados. 12 Pero Abraham es también el padre de los que están circuncidados, y que a la vez confían en Dios, pues con esto siguen el ejemplo de Abraham antes de que fuera circuncidado.
Promesa a los que confían en Dios
13 Dios le prometió a Abraham que a él y a sus descendientes les daría el mundo. Se lo prometió, no porque Abraham hubiera obedecido la ley, sino porque confió en Dios; esto hizo que Dios lo aceptara. 14 Si la promesa de Dios fuera para los que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en Dios, y su promesa no valdría de nada.
15 Dios castiga a los que desobedecen la ley; pero cuando no hay ley, nadie es culpable de desobedecerla. 16 Por eso, para que la promesa de Dios tuviera valor para los descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a cambio. Hizo la promesa para todos los que confiaran en él. No solo para los que obedecen la ley, sino también para los que confían como Abraham. Por eso Abraham es el padre de todos nosotros. 17 En la Biblia, Dios le dijo a Abraham que llegaría a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con poder para resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas.
18 Cuando Dios le prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios. 19 Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que pronto moriría, nunca dejó de confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa Sara no podía tener hijos, 20 nunca dudó de que Dios cumpliría su promesa. Al contrario, su confianza era cada vez más firme, y daba gracias a Dios.
21 Abraham estaba completamente seguro de que Dios tenía poder para cumplir su promesa. 22 Por eso Dios lo aceptó. 23 Y cuando la Biblia dice que Dios aceptó a Abraham, no se refiere solo a él 24 sino también a nosotros. Dios es el mismo que resucitó a Jesús nuestro Señor, y nos acepta si confiamos en él. 25 Dios entregó a Jesús para que muriera por nuestros pecados, y lo resucitó para que fuéramos declarados inocentes.
1 What shall we say then that Abraham our father, as pertaining to the flesh, hath found? 2 For if Abraham were justified by works, he hath whereof to glory; but not before God. 3 For what saith the scripture? Abraham believed God, and it was counted unto him for righteousness. 4 Now to him that worketh is the reward not reckoned of grace, but of debt. 5 But to him that worketh not, but believeth on him that justifieth the ungodly, his faith is counted for righteousness. 6 Even as David also describeth the blessedness of the man, unto whom God imputeth righteousness without works, 7 Saying , Blessed are they whose iniquities are forgiven, and whose sins are covered. 8 Blessed is the man to whom the Lord will not impute sin. 9 Cometh this blessedness then upon the circumcision only , or upon the uncircumcision also? for we say that faith was reckoned to Abraham for righteousness. 10 How was it then reckoned? when he was in circumcision, or in uncircumcision? Not in circumcision, but in uncircumcision. 11 And he received the sign of circumcision, a seal of the righteousness of the faith which he had yet being uncircumcised: that he might be the father of all them that believe, though they be not circumcised; that righteousness might be imputed unto them also: 12 And the father of circumcision to them who are not of the circumcision only, but who also walk in the steps of that faith of our father Abraham, which he had being yet uncircumcised. 13 For the promise, that he should be the heir of the world, was not to Abraham, or to his seed, through the law, but through the righteousness of faith. 14 For if they which are of the law be heirs, faith is made void, and the promise made of none effect: 15 Because the law worketh wrath: for where no law is, there is no transgression. 16 Therefore it is of faith, that it might be by grace; to the end the promise might be sure to all the seed; not to that only which is of the law, but to that also which is of the faith of Abraham; who is the father of us all, 17 (As it is written, I have made thee a father of many nations,) before him whom he believed, even God, who quickeneth the dead, and calleth those things which be not as though they were. 18 Who against hope believed in hope, that he might become the father of many nations; according to that which was spoken, So shall thy seed be. 19 And being not weak in faith, he considered not his own body now dead, when he was about an hundred years old, neither yet the deadness of Sara’s womb: 20 He staggered not at the promise of God through unbelief; but was strong in faith, giving glory to God; 21 And being fully persuaded that, what he had promised, he was able also to perform. 22 And therefore it was imputed to him for righteousness. 23 Now it was not written for his sake alone, that it was imputed to him; 24 But for us also, to whom it shall be imputed, if we believe on him that raised up Jesus our Lord from the dead; 25 Who was delivered for our offences, and was raised again for our justification.