Obedezcan a Dios
1 Entonces yo, Sofonías, dije:
Pueblo de Judá,
¡ustedes no tienen vergüenza!
Pero vengan y preséntense ante Dios
2 antes de que llegue el día
en que él los arrastre como paja;
antes de que los alcance
y caiga sobre ustedes
toda la furia de nuestro Dios.
3 Y ustedes, los humildes,
que obedecen a nuestro Dios,
búsquenlo y procuren ser justos;
tal vez así podrán salvarse
el día en que Dios nos castigue.
Mensaje contra los filisteos
4 Las ciudades de Gaza y Ascalón
quedarán en ruinas y sin habitantes;
los que viven en Asdod y Ecrón
serán arrojados de sus ciudades
a plena luz del día.
5 ¡Qué mal les va a ir a ustedes,
filisteos, habitantes de Creta
que viven a la orilla del mar!
¡Dios ha decidido destruirlos
y dejar su país sin habitantes,
como antes lo hizo con Canaán!
6 ¡Todas sus costas se convertirán
en campos para alimentar ovejas!
7 Cuando nuestro Dios permita
que vuelvan los sobrevivientes de Judá,
del país adonde los llevaron presos,
él mismo los llevará a la costa,
para que alimenten a sus rebaños.
Ellos pasarán la noche
en las casas abandonadas
de la ciudad de Ascalón.
Mensaje contra Moab y Amón
8-11 Así dice el Dios de Israel:
«Los de Moab y los de Amón
han insultado a mi pueblo
y se han adueñado de su territorio,
pero yo haré que esos dos pueblos
se queden completamente desiertos;
se volverán campos de espinos,
se volverán pozos de sal,
como Sodoma y Gomorra.
Los pocos sobrevivientes de Judá
les quitarán todas sus riquezas
y se adueñarán de su territorio.
¡Yo les daré su merecido
por haberse burlado de mi pueblo
y por haber invadido su tierra!
Cuando yo destruya por completo
a los dioses de este mundo,
todos temblarán de miedo ante mí,
y aun las naciones más lejanas
me reconocerán como su Dios.
Yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.
Mensaje contra los etíopes
12 »¡A ustedes, pueblo de Etiopía,
yo los mataré con mi espada!»
Mensaje contra los asirios
13 Dios continuó diciendo:
«Atacaré y destruiré a los asirios;
¡convertiré a Nínive,
su ciudad capital,
en un montón de ruinas!
14 La madera de sus casas
quedará al descubierto,
y allí descansarán ovejas
y toda clase de animales.
En las vigas y en las ventanas
anidarán búhos y erizos,
y sus puertas parecerán basureros.
15 »¡Así quedará esa ciudad orgullosa,
que se sentía muy segura!
¡Así quedará la ciudad
que se creía incomparable!
¡Quedará hecha un montón de ruinas,
un refugio de animales salvajes!
Los que la vean destruida
se alegrarán y se burlarán de ella.
Juicios contra las naciones vecinas
1 Tú, nación desvergonzada, ponte a pensar,
2 antes de que entre en vigor el decreto, y el día se pase como el polvo; antes de que caiga sobre ustedes el furor de la ira del Señor; ¡antes de que les sobrevenga el día de la ira del Señor!
3 Ustedes, los humildes de la tierra, los que practican la justicia del Señor, ¡búsquenlo! ¡Busquen al Señor y su justicia! ¡Practiquen la mansedumbre! Tal vez el Señor los proteja en el día de su enojo.
4 Porque Gaza quedará desamparada, y Ascalón será destruida; Asdod será saqueada en pleno día, y Ecrón será arrancada de raíz.
5 ¡Ay de ustedes, cretenses, que habitan en las costas del mar! ¡La palabra del Señor va dirigida contra ti, Canaán, tierra de los filisteos! ¡Yo haré que te destruyan hasta no dejar un solo habitante!
6 La costa del mar quedará convertida en praderas de pastoreo y en corrales de ovejas.
7 Allí cuidarán sus rebaños los sobrevivientes de la casa de Judá, y pasarán la noche en las casas de Ascalón, porque el Señor su Dios los visitará y los rescatará de su cautiverio.
8 «Han llegado a mis oídos las ofensas de Moab y los insultos con que los hijos de Amón han deshonrado a mi pueblo. Sé que se han engrandecido sobre su territorio.
9 Por lo tanto, vivo yo, que a Moab le pasará lo que a Sodoma, y a los hijos de Amón lo que a Gomorra. Será un campo de ortigas y de minas de sal, ¡de perenne destrucción! El remanente de mi pueblo los saqueará, y tomará posesión de sus territorios.»
—Palabra del Señor de los ejércitos, Dios de Israel.10 Esto les sobrevendrá por causa de su soberbia, por insultar y engrandecerse en contra del pueblo del Señor de los ejércitos.
11 Las acciones del Señor contra ellos serán terribles, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y todas las naciones se inclinarán ante él, allí donde se encuentren.
12 «Ustedes, los etíopes, también sufrirán la muerte ante mi espada.»
13 El Señor extenderá su mano contra el norte y destruirá a Asiria, y convertirá a Nínive en un montón de ruinas y en árido desierto.
14 Los rebaños y los ganados harán de ella su aprisco, y en sus dinteles dormirán los pelícanos, los erizos y todas las bestias del campo. Se oirán trinos en las ventanas, pero en las puertas habrá desolación porque sus paneles de cedro quedarán al descubierto.
15 ¡Así quedará la ciudad alegre, que tan confiada vivía! ¡Así quedará la ciudad que en su corazón decía: «Yo soy única, no hay nadie como yo»! Y, sin embargo, quedará asolada; ¡quedará convertida en una guarida de fieras! Todos los que pasen cerca de ella, se burlarán y le harán señas con la mano.