Dios castigará a Israel
1 Amós continuó diciendo:
¡Qué mal les va a ir a ustedes,
los que viven cómodos en Jerusalén!
¡Qué mal les va a ir a ustedes,
los poderosos de este gran país!
Si creen que Jerusalén y Samaria
son ciudades seguras y confiables,
2 vayan a la ciudad de Calné,
a la gran ciudad de Hamat
y a Gat, ciudad filistea,
¡y vean lo que pasó con ellas!
¿Se creen ustedes mejores que ellos,
o creen que su país es más grande?
3 ¡Aunque pongan un rey muy violento
no podrán alejar la desgracia!
4 Ustedes se pasan el día
recostados en lujosas camas de marfil
y comiéndose lo mejor del ganado.
5 Ustedes se la pasan tocando el arpa,
se ponen a componer canciones,
y hasta inventan nuevos instrumentos.
¡Así también hacía el rey David!
6 Beben vino hasta emborracharse,
y usan los más finos perfumes,
¡pero nada les importa
que el país esté en la ruina!
7 Por eso voy a poner fin
a sus falsas fiestas religiosas,
y cuando el pueblo
sea llevado a otro país,
a ustedes se los llevarán primero.
8 Nuestro Dios, el todopoderoso, claramente ha dicho:
«¡Ya no quiero a los israelitas!
¡Se sienten muy orgullosos
de sus hermosos palacios!
Por eso voy a entregarlos,
a ellos y a su ciudad,
en manos de sus enemigos.
9 »Cuando eso pase, no importa si solo diez hombres quedan con vida en una casa, todos ellos morirán. 10 Tal vez llegue algún pariente para recoger y quemar los cadáveres; si algún otro pariente le pregunta si todavía queda alguien, el primero le responderá que no, y le advertirá que se calle, porque podrían pronunciar mi santo nombre, y entonces les iría peor.
11 »Tomen esto en cuenta:
Yo, el Dios de Israel,
voy a destruir por completo
todas las casas, ¡grandes y pequeñas!
12 »Hay dos cosas imposibles de hacer:
correr a caballo entre las piedras
y arar en el mar.
Pero ustedes hicieron
lo que parecía imposible:
convirtieron la justicia en muerte
y en tristeza la alegría de un pueblo.
13 Ustedes se sienten muy felices
de haber conquistado
una ciudad insignificante
y creen que pueden vencer
a pueblos más poderosos.
14 »Pues oigan esto, israelitas:
Voy a mandar contra ustedes
una nación que los conquiste,
y los vencerá por completo;
desde Hamat, en el norte,
hasta el desierto, en el sur.
Yo, el Dios todopoderoso,
les juro que así será».
Dios castigará a Israel
1 Amós continuó diciendo:
¡Qué mal les va a ir a ustedes,
los que viven cómodos en Jerusalén!
¡Qué mal les va a ir a ustedes,
los poderosos de este gran país!
Si creen que Jerusalén y Samaria
son ciudades seguras y confiables,
2 vayan a la ciudad de Calné,
a la gran ciudad de Hamat
y a Gat, ciudad filistea,
¡y vean lo que pasó con ellas!
¿Se creen ustedes mejores que ellos,
o creen que su país es más grande?
3 ¡Aunque pongan un rey muy violento
no podrán alejar la desgracia!
4 Ustedes se pasan el día
recostados en lujosas camas de marfil
y comiéndose lo mejor del ganado.
5 Ustedes se la pasan tocando el arpa,
se ponen a componer canciones,
y hasta inventan nuevos instrumentos.
¡Así también hacía el rey David!
6 Beben vino hasta emborracharse,
y usan los más finos perfumes,
¡pero nada les importa
que el país esté en la ruina!
7 Por eso voy a poner fin
a sus falsas fiestas religiosas,
y cuando el pueblo
sea llevado a otro país,
a ustedes se los llevarán primero.
8 Nuestro Dios, el todopoderoso, claramente ha dicho:
«¡Ya no quiero a los israelitas!
¡Se sienten muy orgullosos
de sus hermosos palacios!
Por eso voy a entregarlos,
a ellos y a su ciudad,
en manos de sus enemigos.
9 »Cuando eso pase, no importa si solo diez hombres quedan con vida en una casa, todos ellos morirán. 10 Tal vez llegue algún pariente para recoger y quemar los cadáveres; si algún otro pariente le pregunta si todavía queda alguien, el primero le responderá que no, y le advertirá que se calle, porque podrían pronunciar mi santo nombre, y entonces les iría peor.
11 »Tomen esto en cuenta:
Yo, el Dios de Israel,
voy a destruir por completo
todas las casas, ¡grandes y pequeñas!
12 »Hay dos cosas imposibles de hacer:
correr a caballo entre las piedras
y arar en el mar.
Pero ustedes hicieron
lo que parecía imposible:
convirtieron la justicia en muerte
y en tristeza la alegría de un pueblo.
13 Ustedes se sienten muy felices
de haber conquistado
una ciudad insignificante
y creen que pueden vencer
a pueblos más poderosos.
14 »Pues oigan esto, israelitas:
Voy a mandar contra ustedes
una nación que los conquiste,
y los vencerá por completo;
desde Hamat, en el norte,
hasta el desierto, en el sur.
Yo, el Dios todopoderoso,
les juro que así será».