Advertencia contra los filisteos
1 Dios me habló poco antes de que el rey de Egipto atacara la ciudad de Gaza, y me dio este mensaje para los filisteos:
2 «Yo soy el Dios de Israel,
y quiero que sepan esto:
Desde el norte vienen los babilonios;
son un ejército que destruye
ciudades enteras con sus habitantes.
¡Parecen un río desbordado!
¡Todos los habitantes de la tierra
lloran y piden auxilio!
3 Tan pronto como escuchan
el galope de los caballos
los padres pierden el ánimo;
abandonan a sus hijos
al escuchar el chirrido
de los carros de guerra.
4 »¡Ha llegado el día
en que acabaré con los filisteos!
¡Ha llegado el día
en que acabaré con los que ayudan
a las ciudades de Tiro y Sidón!
¡Destruiré a todos los filisteos
que vinieron de las costas de Creta!
5 Los que viven en la ciudad de Gaza
se raparán avergonzados la cabeza;
los que viven en la ciudad de Ascalón
se quedarán mudos de miedo.
Y ustedes que aún viven en las llanuras,
no dejarán de herirse el cuerpo
6 ni cesarán de gritar:
“Ay, terrible espada de Dios,
¿hasta cuándo nos seguirás atacando?
¡Regresa ya a tu funda
y deja de matarnos!”
7 »Pero yo soy el Dios de Israel.
Ya he decidido matar
a todos los filisteos
en Ascalón y en toda la costa.
¡No haré descansar mi espada!»
Advertencia contra los filisteos
1 Dios me habló poco antes de que el rey de Egipto atacara la ciudad de Gaza, y me dio este mensaje para los filisteos:
2 «Yo soy el Dios de Israel,
y quiero que sepan esto:
Desde el norte vienen los babilonios;
son un ejército que destruye
ciudades enteras con sus habitantes.
¡Parecen un río desbordado!
¡Todos los habitantes de la tierra
lloran y piden auxilio!
3 Tan pronto como escuchan
el galope de los caballos
los padres pierden el ánimo;
abandonan a sus hijos
al escuchar el chirrido
de los carros de guerra.
4 »¡Ha llegado el día
en que acabaré con los filisteos!
¡Ha llegado el día
en que acabaré con los que ayudan
a las ciudades de Tiro y Sidón!
¡Destruiré a todos los filisteos
que vinieron de las costas de Creta!
5 Los que viven en la ciudad de Gaza
se raparán avergonzados la cabeza;
los que viven en la ciudad de Ascalón
se quedarán mudos de miedo.
Y ustedes que aún viven en las llanuras,
no dejarán de herirse el cuerpo
6 ni cesarán de gritar:
“Ay, terrible espada de Dios,
¿hasta cuándo nos seguirás atacando?
¡Regresa ya a tu funda
y deja de matarnos!”
7 »Pero yo soy el Dios de Israel.
Ya he decidido matar
a todos los filisteos
en Ascalón y en toda la costa.
¡No haré descansar mi espada!»