Instrucciones acerca de los sacerdotes
1 Dios ordenó a Moisés que les diera a los hijos de Aarón las siguientes instrucciones:
«Ustedes son sacerdotes, y no deben tocar un cadáver, pues se volverán impuros. 2-4 El único cadáver que podrían tocar sería el de algún familiar o pariente cercano. Por ejemplo, podrían tocar el cadáver de una hermana que nunca se haya casado y que haya vivido con ustedes. Pero si estuvo casada no deberán tocar su cadáver.
5 »No deberán afeitarse la cabeza, ni recortarse la barba, ni herir su cuerpo como hace la gente cuando está de luto. 6 Ustedes están consagrados a mi servicio, así que deben obedecerme siempre. Deberán ser diferentes, porque ustedes presentan el pan y las ofrendas que se queman en mi honor.
7 »No deben tomar por esposa a una prostituta, ni a una divorciada, ni a una mujer que haya sido violada. Recuerden que ustedes están consagrados a mi servicio.
8 »Deben apartarse de todo lo malo, porque ustedes son quienes me presentan el pan dedicado en mi honor. Deben ser diferentes, porque yo soy un Dios diferente. Soy el Dios de Israel, y a ustedes los he hecho diferentes.
9 »Si la hija de un sacerdote se entrega al servicio de otros dioses como prostituta, avergüenza a su padre y deberá morir quemada.
Instrucciones acerca del jefe de los sacerdotes
10 »El jefe de los sacerdotes es el más importante de todos los sacerdotes, pues cuando fue consagrado a mi servicio recibió el traje sacerdotal y sobre su cabeza se derramó el aceite de consagrar. Por eso, el jefe de los sacerdotes no deberá llevar suelto el cabello ni romperse su ropa en señal de luto. 11-12 No deberá salir del santuario, ni acercarse a ningún cadáver, aunque se trate de su padre o de su madre, pues se volverá impuro, y hará impuro el santuario. Yo soy su Dios, y lo he consagrado a mi servicio derramando sobre su cabeza el aceite de consagrar.
13-14 »El jefe de los sacerdotes deberá casarse con una parienta suya que nunca haya tenido relaciones sexuales. No se casará con una mujer violada, ni con una viuda o divorciada, ni con una prostituta. 15 De esta manera, sus descendientes siempre serán aptos para mi servicio. Yo, el Dios de Israel, he consagrado al jefe de los sacerdotes para mi servicio».
Defectos que impiden ser sacerdote
16 Dios ordenó a Moisés 17-21 que le diera a su hermano Aarón las siguientes instrucciones:
«Si alguno de tus descendientes tiene algún defecto físico, no podrá acercarse a mi altar para presentarme las ofrendas que se queman en mi honor. No podrá ser mi sacerdote nadie que sea ciego, bizco, cojo, manco, jorobado, enano, o que esté deforme, que tenga alguna enfermedad de la piel, o que tenga los testículos aplastados. 22 Los que tengan alguno de esos defectos podrán participar de las mejores ofrendas que los israelitas me presentan, 23 pero no podrán entrar más allá de la cortina del santuario, ni podrán acercarse a mi altar. Si lo hicieran, mi santuario quedaría impuro. Yo, el Dios de Israel, los he consagrado a mi servicio».
24 Moisés dio todas estas instrucciones a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.
Instrucciones acerca de los sacerdotes
1 Dios ordenó a Moisés que les diera a los hijos de Aarón las siguientes instrucciones:
«Ustedes son sacerdotes, y no deben tocar un cadáver, pues se volverán impuros. 2-4 El único cadáver que podrían tocar sería el de algún familiar o pariente cercano. Por ejemplo, podrían tocar el cadáver de una hermana que nunca se haya casado y que haya vivido con ustedes. Pero si estuvo casada no deberán tocar su cadáver.
5 »No deberán afeitarse la cabeza, ni recortarse la barba, ni herir su cuerpo como hace la gente cuando está de luto. 6 Ustedes están consagrados a mi servicio, así que deben obedecerme siempre. Deberán ser diferentes, porque ustedes presentan el pan y las ofrendas que se queman en mi honor.
7 »No deben tomar por esposa a una prostituta, ni a una divorciada, ni a una mujer que haya sido violada. Recuerden que ustedes están consagrados a mi servicio.
8 »Deben apartarse de todo lo malo, porque ustedes son quienes me presentan el pan dedicado en mi honor. Deben ser diferentes, porque yo soy un Dios diferente. Soy el Dios de Israel, y a ustedes los he hecho diferentes.
9 »Si la hija de un sacerdote se entrega al servicio de otros dioses como prostituta, avergüenza a su padre y deberá morir quemada.
Instrucciones acerca del jefe de los sacerdotes
10 »El jefe de los sacerdotes es el más importante de todos los sacerdotes, pues cuando fue consagrado a mi servicio recibió el traje sacerdotal y sobre su cabeza se derramó el aceite de consagrar. Por eso, el jefe de los sacerdotes no deberá llevar suelto el cabello ni romperse su ropa en señal de luto. 11-12 No deberá salir del santuario, ni acercarse a ningún cadáver, aunque se trate de su padre o de su madre, pues se volverá impuro, y hará impuro el santuario. Yo soy su Dios, y lo he consagrado a mi servicio derramando sobre su cabeza el aceite de consagrar.
13-14 »El jefe de los sacerdotes deberá casarse con una parienta suya que nunca haya tenido relaciones sexuales. No se casará con una mujer violada, ni con una viuda o divorciada, ni con una prostituta. 15 De esta manera, sus descendientes siempre serán aptos para mi servicio. Yo, el Dios de Israel, he consagrado al jefe de los sacerdotes para mi servicio».
Defectos que impiden ser sacerdote
16 Dios ordenó a Moisés 17-21 que le diera a su hermano Aarón las siguientes instrucciones:
«Si alguno de tus descendientes tiene algún defecto físico, no podrá acercarse a mi altar para presentarme las ofrendas que se queman en mi honor. No podrá ser mi sacerdote nadie que sea ciego, bizco, cojo, manco, jorobado, enano, o que esté deforme, que tenga alguna enfermedad de la piel, o que tenga los testículos aplastados. 22 Los que tengan alguno de esos defectos podrán participar de las mejores ofrendas que los israelitas me presentan, 23 pero no podrán entrar más allá de la cortina del santuario, ni podrán acercarse a mi altar. Si lo hicieran, mi santuario quedaría impuro. Yo, el Dios de Israel, los he consagrado a mi servicio».
24 Moisés dio todas estas instrucciones a Aarón, a sus hijos y a todos los israelitas.